FOTOGRAFÍA Y MITO: TRANSFORMACIÓN DE IMÁGENES FOTOGRÁFICAS EN ICONOS GENERACIONALES
Realizar una fotografía es de las pocas maneras que tenemos para que un momento concreto se pueda mantener por siempre, intacto, guardarlo en un cajón y poder rememorar una y otra vez ese instante que tenemos congelado en el tiempo para nuestro disfrute.
Pero
no todas las fotografías se convierten en iconos que pasan de generación en
generación y siguen evocando en todas y cada una de las personas que las ven
ese sentimiento de que esa instantánea es especial. Ni siquiera muchas de las
fotografías tomadas por los grandes fotógrafos en la historia de dicho arte.
En la
Fundación Canal de Madrid se puede disfrutar de la exposición de múltiples
fotografías realizadas por Robert Doisneau, entre ellas la que ha sido considerada
como la fotografía más vendida de la historia “El beso frente al Hôtel de Ville”, tomada en 1950.
Dicha imagen fue
considerada por muchos años como fortuita, y es que se pensaba que había sido
tomada mientras el fotógrafo disfrutaba de un café en una terraza de una
cafetería de París, pero más tarde fue el propio autor de la fotografía quien
dijo que se trataba de dos actores que posaron para él.
Sin embargo,
y a pesar del pequeño engaño, parece que no se vio afectada la popularidad de
dicha fotografía que junto a la también conocida “El beso en Times Square” (en la que se aprecia un beso entre un
marinero y una enfermera tras la II Guerra Mundial) se han convertido en dos grandes iconos del amor.
¿Cómo ha
podido suceder algo así? Que dos imágenes se vuelvan iconos inmortales y que
tengan tanto que ver entre ellas me hace pensar que realmente lo que la sociedad
pide a gritos es que resalte el amor por encima de todo lo demás.
Podemos
realizar fotografías de guerra, de paisajes o de denuncia social pero lo bonito
del amor es que captado en una imagen es uno de los pocos sentimientos que
logra llegar a toda clase de público.
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